CASA BALCANES
  Sociopolítica   Turquía 04/06/2013

Los apellidos de los turcos

Autor: David Sosa

Yılmaz ‘valiente’, Kaya ‘roca’, Demir ‘hierro’, Şahin ‘halcón’ y Çelik ‘acero’ son, en ese orden, los cinco apellidos más frecuentes en Turquía, según una noticia publicada recientemente.

Como habíamos prometido en la entrada dedicada a los nombres de los turcos, vamos a hacer ahora un repaso por los diferentes apellidos que lleva la gente por estas tierras y vamos a ver cuáles son los más populares, y también los más extraños.

Los apellidos turcos son sumamente interesantes, ya que la mayoría fueron acuñados en 1934, año en que el gobierno de la nueva república decretó por ley su uso obligatorio. Aún queda gente, bien es cierto que ya poca, que recuerda cómo fue aquel proceso, y cómo su padre o su abuelo eligieron tal o cual apellido, a veces de la forma más insólita y por los motivos más peregrinos. Pero empecemos echando un vistazo a cómo era la vida antes de la Ley de Apellidos de 1934.

Un mundo sin apellidos

Los súbditos del Imperio Otomano, y los ciudadanos de los primeros años de la República de Turquía, no tenían por lo general nombres de familia al estilo de los que conocemos en los países occidentales. Las autoridades registraban en sus censos tan sólo el nombre o nombres de pila de la persona en cuestión, el nombre de su padre, su lugar y fecha de nacimiento, y otro tipo de información que no seguía necesariamente un patrón estandarizado, como por ejemplo la profesión propia o la del padre, el apodo propio o el del padre, el origen geográfico de la familia, el rango militar y otros.

La gente corriente empleaba a su vez diferentes mecanismos de identificación. En primer lugar los patronímicos, que funcionaban generalmente añadiendo -oğlu (“hijo de”) o -kız (“hija”) al nombre del padre. Así Ali Mehmetoğlu era “Ali, el hijo de Mehmet”. Entre las clases altas se solían preferir otros modos de formación patronímica, como la simple yuxtaposición, o la voz de origen persa -zade. Así “Ali, el hijo de Kemal” era Ali Kemalzade, o simplemente Ali Kemal.

Otro mecanismo era el uso de apodos. Estos podían ser rasgos físicos, pero también oficios o gentilicios. Por ejemplo, Topal Orhan era “Orhan el cojo” y Arnavut Ali era “Ali el albanés”. En muchas ocasiones estos apodos se heredaban de padres a hijos, pero sólo raramente funcionaban como los modernos apellidos, ya que su vigencia se extinguía en una o dos generaciones.

Mucho más estable era el mecanismo de los llamados lakap, nombres que identificaban a todo un clan, algo que respondía a la tradicional forma de organización social de los turcos anatolios en linajes segmentarios (aşiret), clanes basados en el territorio y en el nomadismo pastoral. Este sistema fue válido durante mucho tiempo, incluso en zonas donde el asentamiento agrícola databa de antiguo, y en cierto modo pervive hoy en día. Los lakaps provenían en su mayoría de topónimos o de epónimos heroicos. Algunos ejemplos eran Kılıçlar “los Espadas” o Hacı Huseyinlerden “los del linaje de Huseyin el Peregrino”, donde el tal Huseyin era el fundador cuasi-legendario del clan, cuya historia se hundía en la noche de los tiempos.

Aunque estos lakaps podían funcionar como apellidos de familias extendidas, en realidad no lo eran, ya que se trataba tan sólo un instrumento para definir el linaje desde el punto de vista de los no miembros. De hecho cuando entró en vigor la Ley de Apellidos, los nuevos nombres de familia entraron en fuerte contradicción con los antiguos “nombres de clan”, y por este motivo el mundo rural fue muy reticente a la adopción del sistema de apellidos, reticencia que aún hoy es posible observar en determinados lugares.

Finalmente otro mecanismo lo constituían los distintos y muy variados títulos y formas de cortesía. Por ejemplo Hacı Davut era “Davut el peregrino” (por haber completado su peregrinación a la Meca), y Ahmet Usta era “Ahmet el maestro artesano” (del oficio que fuese).

La Ley de Apellidos

Los dirigentes de la recién nacida República de Turquía pronto comprendieron que la adopción de los apellidos era un paso fundamental para el funcionamiento de cualquier estado moderno. Era algo que ya había advertido unos años antes el ideólogo del nacionalismo turco Ziya Gökalp, quien había llegado a acuñar para sí mismo un apellido, Gökalp, con el significado de “guerrero azul”.

La adopción de los nombres de familia dotaría al nuevo estado de una mayor eficacia en la esfera administrativa, fiscal y militar. Otro de los objetivos declarados era socavar el poder de los clanes y caudillos locales que, sobre todo en el sudeste kurdo, estaban poniendo en jaque la autoridad del estado. Şükrü Kaya, a la sazón Ministro de Interior, lo expresaba ante la Asamblea Nacional en estos términos:

El sistema de clanes es propio de la Edad Media [...], si aceptamos la afinidad tribal, si no eliminamos las lealtades de clan, en el futuro muchos se podrán oponer a nosotros alegando que ellos no son ciudadanos, sino miembros [del clan] de los Haydaranlı, de los Yusufanlı, o de cualquier otra tribu. Es necesario abolir estos clanes en aras de la unidad nacional.

Finalmente, la adopción de los apellidos suponía asimismo otro paso decidido hacia la occidentalización del país. Uno más, tras la abolición de la sharia y del califato, el cambio del calendario, la adopción del sistema métrico, el cambio del alfabeto y la reforma lingüística.

La primera medida que tomó el gobierno, previamente a la aprobación de la Ley de Apellidos, fue la abolición de los títulos honoríficos. De la noche a la mañana quedaron específicamente prohibidos los títulos Ağa, Hacı (peregrino), Molla (mulá), Hafız (reservado a quien ha memorizado el Corán), Hoca (maestro) Bey y Beyefendi (señor), Hanım y Hanımefendi (señora), Paşa (general, gobernador), Hazretleri (excelencia). Para reemplazarlos sólo se podría utilizar Bay (señor) y Bayan (señora). Curiosamente, casi ochenta años después, la mayoría de los títulos abolidos sigue gozando de una excelente vitalidad en la lengua cotidiana. Además muchos de ellos fueron adoptados como apellidos, tal era el apego que se les llegaba a tener.

Tras la abolición de los títulos honoríficos se aprobó la Ley de Apellidos. Esta establecía que el padre de familia de cada hogar debería elegir un apellido para toda su familia. A partir de ese momento estaba obligado a utilizarlo tras su nombre en todas sus relaciones con la administración. Asimismo en adelante debería figurar también en su firma. Para facilitar la tarea se publicaron decenas de miles de cuadernillos con listas de apellidos sugeridos que se distribuyeron hasta el último rincón de Anatolia.

Para dar ejemplo, el Presidente de la República fue el primero en adoptar un apellido, aprobado por la Asamblea Nacional. Quien hasta ese momento había sido conocido como Gazi Mustafa Kemal Paşa (general Mustafá Kemal el Victorioso, un título concedido tras su victoria en la batalla de Galípoli) pasaba a llamarse Kemal Atatürk (“padre de los turcos”, o “turco ancestral”) Se estableció que nadie más pudiera llevar ese apellido, incluida la propia familia del presidente, que debería adoptar el de Atadan (“de la estirpe del padre”).

El propio Atatürk eligió personalmente los apellidos de muchos de sus amigos, compañeros y colaboradores. Por ejemplo, bautizó a su amigo İsmet Paşa, entonces Primer Ministro, como İsmet İnönü. por su victoria en la batalla de İnönü.

La ley establecía que las mujeres al casarse deberían adoptar el apellido de sus esposos, aunque una reforma del artículo 187 del Código Civil en 1997 permite a las mujeres conservar su apellido de solteras en primer lugar, siempre y cuando vaya seguido del de su marido.

El hecho de que la adopción de los apellidos sucediese en un momento tan reciente, hace apenas ochenta años, y la relativa libertad que concedieron las autoridades a la hora de acuñarlos, ha dado como resultado la existencia de una grandísima variedad de nombres de familia en Turquía, mucho mayor que la que se conoce en otros países europeos, como España o Italia.

Pese a todo aún hoy, comparado con otros países, en Turquía se concede mayor importancia a los nombres de pila que a los apellidos. Rara vez se nombra a una persona sólo por su apellido, ni siquiera en el ámbito académico o militar. Es algo bien visible en las camisetas de la selección nacional de fútbol, donde en otros países suelen figurar los apellidos, en Turquía figuran casi siempre los nombres de pila. Incluso hasta la década de los cincuenta, el listín telefónico de Estambul ordenaba a los abonados por su nombre de pila, y no por su apellido. A esto hay que unirle el hecho de que muchos apellidos, como Yılmaz (“valiente”) o Deniz (“mar”), son también nombres de pila, de modo que en ocasiones se producen confusiones.

Los apellidos

Dada la gran variedad de apellidos, clasificarlos no es tarea fácil. No obstante vamos a intentarlo, aunque sea de forma poco sistemática.

- Nombres de oficios: Demirci ‘herrero’, Arabacı ‘carretero’, Taşçı ‘cantero’, Sandalcı ‘barquero’ y Halıcı ‘vendedor de alfombras’ están entre los más comunes. Pero también aparecen otros como Deveci ‘camellero’ e incluso Polis ‘policía’ o Telefoncu ‘telefonista’. Todos ellos son también susceptibles de aparecer con el sufijo -oğlu ‘hijo de’. Por otra parte no era infrecuente escoger apellidos que pudieran servir a modo de reclamo publicitario. Conocemos los casos de un lechero que adoptó como apellido Özsüt ‘pura leche’, o un pastelero Temizel ‘manos limpias’.

- Accidentes geográficos, topónimos y gentilicios: Dağ ‘monte’, Deniz ‘mar’, Ege ‘Egeo’ Ankaralı ‘ankariota’, entre los cuales muchos nombres de ríos como Menderes, Seyhan, Orhon, Tunca, etc.

- Nombres con reminiscencias históricas o épicas: estos apellidos eran más comunes en el medio urbano y en ambientes nacionalistas. Se solían elegir nombres de sultanes selyúcidas como Alparslan, Tuğrul o Selçuk, o bien de kanes centroasiáticos como Teoman, Oğuz o Ayhan. Dentro de esta categoría entrarían también los apellidos de tipo racial como Öztürk ‘turco puro’, Özkan ‘sangre pura’, o Türkoğlu ‘hijo de turco, de estirpe turca’.

- Apodos: muchos fueron adoptados como apellidos, por ejemplo Topal ‘cojo’, Şişman ‘gordo’ o Sağır ‘sordo’.

- Antiguos lakap: algunos de los antiguos nombres de clan fueron reconvertidos en apellidos. Algunos autores calculan que un alrededor de un 10% de los lakap sobreviven hoy en día como apellidos. Se suelen reconocer porque contienen la forma - oğulları (ndan) ‘(de la estirpe de) los hijos de’. Por ejemplo Yakuphanoğullarından.

- Animales: los más comunes, muchos de ellos con pretensiones de nobleza, son Kurt ‘lobo’, Bozkurt ‘lobo gris’, Arslan y Aslan ‘león’ (nombre también de un sultán selyúcida), Ceylan ‘gacela’, Doğan ‘halcón’ (aunque también significa ‘naciente’) y Koç ‘carnero’. Curiosamente, como al aprobarse la ley mucha gente no se tomó en serio la obligación de adoptar un apellido, se registraron en un primer momento nombres de familia como Köpek ‘perro’ o Eşek ‘asno’, aunque la mayor parte de estos apellidos jocosos se modificaron en años sucesivos, a instancias del propio padre de familia o de sus descendientes. Como veremos más adelante, se dieron muchos casos de este tipo.

- Metales y minerales: los más comunes son Demir ‘hierro’ y Çelik ‘acero, pero también aparecen otros como Altın ‘oro’, o Zümrüt ‘esmeralda’.

- Cualidades: se elegían las que se consideraban respetables, como Yılmaz ‘valiente’, Çalışkan ‘diligente’, Bilen, Bilge o Çokbilmiş ‘sabio’, Doğru ‘honesto’, Dinlenmez ‘infatigable’ o incluso Ünlü ‘famoso’. Como en el caso de los animales, no faltó quien se tomara la ley a chirigota y decidiese “bautizarse” como Aptal ‘estúpido’, Tembel ‘vago’, Yaramaz ‘travieso o inútil’ o Korkak ‘cobarde’. Aunque estos últimos apellidos han ido desapareciendo con el tiempo aún hay gente que los lleva, como atestigua el listín telefónico.

- Otros nombres eufónicos: en esta categoría entran una cantidad de apellidos que fueron elegidos por su sonoridad, y como en el caso de metales, animales y cualidades, tal vez porque se pensaba que proporcionarían a su portador estatus o nobleza. Algunos ejemplos serían Yüce ‘sublime’, Yıldız ‘estrella’, Güneş ‘sol’, Yıldırım ‘rayo’, Gezgin ‘viajero’, Kılıç ‘espada’, Ateş ‘fuego’, Gülen y Güler ‘risueño’, Aşık ‘enamorado’, Deligönül ‘loco de amor’, Aykaş ‘luna menguante’ o incluso Ölmez ‘inmortal’.

Otros, a pesar de haber sido elegidos por su carácter eufónico, son algo más modestos en sus pretensiones: Küçük ‘pequeño’, Su ‘agua’, Baş ‘cabeza’, Üç ‘tres’, Dört ‘cuatro’ y otros numerales; así como muchas frutas, verduras e incluso legumbres y cereales: Çilek ‘fresa’, Nohut ‘garbanzo’, Portakal ‘naranja’, Buğday ‘trigo’ o Mercimek ‘lenteja’.

Los apellidos de las minorías

Aunque no se prohibieron explícitamente los apellidos de las minorías, sí que quedaban expresamente excluidas terminaciones como -yan (propia de los apellidos armenios), -of y - (eslavos), -aki, -is y -poulos (griegos), -zade (persas), así como las partículas bin y veled (propia de los patronímicos árabes). Se prohibían además los topónimos extranjeros, así como los etnónimos. Quedaban pues excluidos apellidos como Laz, Arap (“árabe”), Çerkez (“circasiano”), Kürt y Kürtoğlu (“kurdo” e “hijo de kurdo”), etc. En muchas ocasiones, aunque de manera asistemática, tampoco se aceptaba el registro de lakap reconocidos. Se pretendía con ello profundizar en la turquificación de la población, y en la creación de una ciudadanía homogénea desde el punto de vista étnico.

En general los miembros de las minorías turquificaron sus apellidos (entre las minorías cristiana y judía ya existían apellidos al modo occidental), o simplemente los registraron eliminando las terminaciones delatoras correspondientes. Es curioso notar el destino de algunos apellidos de los judíos sefardíes, por ejemplo el apellido Sevilya (de Sevilla), que se convirtió en Sevil.

Huellas de la revolución lingüística

La Ley de Apellidos se aprobó en plena revolución lingüística, en un momento en que la recién creada Academia de la Lengua Turca acuñaba sin cesar multitud de neologismos basados en raíces turcas con el objetivo de sustituir los miles de préstamos del árabe y del persa que se habían venido empleando hasta entonces. Muchas de las palabras que se propusieron en un primer momento no cuajaron en el habla de la población y acabaron siendo desechadas. Algunos apellidos se escogieron entre esas nuevas palabras propuestas que más tarde caerían en desgracia. En ese sentido esos apellidos son como pequeños fósiles de aquel periodo de efervescencia lingüística. Son apellidos que “suenan” a turco, pero que no dicen nada a los modernos hablantes. Por citar un par de ejemplos relativamente extendidos: Adanç ‘*promesa’ o Bakman ‘*inspector’.

Apellidos extraños

Ibrahim Aksu recogió en un libro numerosas historias de los apellidos de su ciudad. En muchos casos, algunos apellidos inusuales eran el resultado de errores o de malentendidos con los funcionarios del registro. Un apellido relativamente frecuente en Turquía es Günaydın ‘buenos días’. Al parecer en muchos casos el motivo es que esa era una de las pocas palabras en turco que conocía el padre de familia, kurdo o árabe, encargado de ir a registrar el apellido, y probablemente la primera que decía al entrar en el registro.

Otro apellido que se registró profusamente en los primeros años (aunque con el paso del tiempo la mayoría de sus portadores se encargase de cambiarlo por otros menos estigmatizadores) fue Manyak ‘loco, maníaco’. Por algún motivo no esclarecido la palabra se había deslizado en las listas de apellidos sugeridos, y al ser una palabra culta desconocida para muchas personas poco instruidas, y tal vez porque les sonaba bien, fue la escogida por muchos padres de familia.

En otro caso, un hombre fue a registrar el apellido Boz ‘gris’ que era el apodo con el que lo conocían en su pueblo. Sin embargo, el funcionario registró Buz ‘hielo’, y éste es el apellido que lleva toda su familia desde entonces.

Otro caso es el de un hombre al que se le había pasado el plazo para registrar su apellido. Cuando por fin se dirigió al registro, preguntado por los motivos de su incomparecencia, dijo que no había tenido tiempo porque había estado por el monte plantando árboles. El funcionario decidió entonces “bautizarlo” como Ağaçdiken ‘plantador de árboles’. Otro de los apellidos que recoge Ibrahim Aksu es Dersin que se podría traducir como “lo que tú digas”, en el que podemos intuir que un funcionario se tomó muy al pie de la letra la respuesta del padre de familia a su pregunta “¿qué apellido te pongo?”.

Errores, malentendidos, burlas, tal vez una extraña forma de desobediencia civil o simple desinterés por parte de quienes creían que aquello era un mero trámite pasajero que pronto se olvidaría, y que en ningún caso tendría consecuencias para su familia y descendientes, el caso es que algunos de los apellidos que recoge Aksu desafían al más mínimo sentido común onomástico.

Adsız ‘sin nombre’, Geldi ‘ha venido’, Gitti ‘se ha ido’, Geldigitti ‘vino y se fue’, Aldıkaçtı ‘[lo] cogió y se marchó’, Bitti ‘se acabó’, Neyse ‘en fin’, Cinsel ‘sexual’, Ölü ‘muerto’, Olmaz ‘imposible’, Köle ‘esclavo’, Gerici ‘reaccionario’, Sormageç ‘déjalo estar’, Sineklidir ‘lleno de moscas’ o incluso Kızkaçıran ‘secuestrador de jovencitas’, o mi favorito, Uzunkavakaltındayataruyuroğlu ‘hijo del hombre que duerme echado bajo el álamo alto’. Todos ellos son apellidos que figuran en el documento de identidad de más de una persona en Turquía.

Los más populares

Los 20 apellidos turcos más comunes son en este orden: Yılmaz ‘valiente’, Kaya ‘roca’, Demir ‘hierro’, Şahin ‘halcón’, Çelik ‘acero’, Yıldız ‘estrella’, Yıldırım ‘rayo’, Öztürk ‘turco puro’, Aydın ‘iluminado, lúcido, intelectual’, Özdemir ‘hierro puro’, Arslan ‘león’, Doğan ‘halcón’ y también ‘naciente’, Kılıç ‘espada’, Aslan ‘león’, Çetin ‘duro’, Kara ‘negro’, Koç ‘carnero’, Kurt ‘lobo’, Özkan ‘sangre pura’ y Şimşek ‘rayo’.

Apellidos de turcos célebres

Finalmente veamos qué significan los apellidos de algunas personas turcas que pueden ser conocidas para el público español e hispanohablante.

- Fatih AKIN (cineasta): ‘torrente’

- Sezen AKSU (cantante): ‘agua clara’

- Ömer AŞIK (baloncestista): ‘enamorado’

- Nuri Bilge CEYLAN (cineasta): ‘gacela’

- Tansu ÇİLLER (ex primera ministra): ‘pecas’

- Süleyman DEMİREL (ex primer ministro y ex presidente de la República): ‘mano de hierro’

- Bülent ECEVİT (ex primer ministro): ‘ágil, astuto’

- Recep Tayyip ERDOĞAN (primer ministro): ‘halcón luchador’ pero también ‘nacido soldado’

- Sabiha GÖKÇEN (primera aviadora de combate de la historia): ‘de los cielos’ apellido acuñado por Atatürk.

- Abdullah GÜL (presidente de la República de Turquía): ‘rosa (flor)’

- Ara GÜLER (fotógrafo): ‘risueño’

- Yılmaz GÜNEY (cineasta): ‘Sur’

- Nazim HİKMET (poeta): ‘sabiduría’, era el nombre de pila de su padre.

- Nihat KAHVECİ (futbolista): ‘cafetero, propietario de un café’

- Abdullah ÖCALAN (fundador del PKK): ‘vengador’

- Mesut ÖZİL (futbolista): ‘auténtico del país’

- Orhan PAMUK (novelista): ‘algodón’

- Elif ŞAFAK (novelista): ‘alba, amanecer’

- Mehmet TOPAL (futbolista): ‘cojo’

- Arda TURAN (futbolista): ‘Turán’ (ver esta entrada)

- Ahmet ÜMİT (novelista): ‘esperanza’

Bibliografía

- Aksu, Ibrahim. The Story of Turkish Surnames: An Onomastic Study of Turkish Family Names, Their Origins, and Related Matters. 1ST ed. Self-published., 2006.
- Aslan, Senem. «Incoherent State: The Controversy over Kurdish Naming in Turkey». Editado por Nicole F Watts. European Journal of Turkish Studies n.o 10. State-Society Relations in the Southeast (29 de diciembre de 2009).
- Cuisenier, Jean. «Matériaux et hypothèses pour une étude des structures de la parenté en Turquie». L’Homme
T. 4, No. 1 (Jan. – Apr., 1964), pp. 73-89.
- Çalık, Kemal. Türk Ad ve Soyadı Sözlüğü. Kastaş Yayınları A.Ş., Estambul, 1991.
- Scott, James C., John Tehranian, y Jeremy Mathias. «The Production of Legal Identities Proper to States: The Case of the Permanent Family Surname». Comparative Studies in Society and History 44, n.o 01 (2002): 4-44.
- Sevinçli, Efdal. «Adlarımızda, soyadlarımızda yaşayan dil devrimi». Journal of Yaşar University, 1-3
- Spencer, Robert F. «The Social Context of Modern Turkish Names». Southwestern Journal of Anthropology 17, n.o 3 (1 de octubre de 1961): 205-218.
- Türköz, Meltem. «Surname narratives and the state–society boundary: Memories of Turkey’s family name law of 1934». Middle Eastern Studies 43, n.o 6 (2007): 893-908.
- Üngör, Ugur Ümit. The Making of Modern Turkey. Oxford University Press, 2011.
(Fuente: Turquistán)

Os dejamos con un curioso video sobre la campaña kurda de hace unos años para instar al cambio de los apellidos turcos

Enlaces de interés:

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Foro político y social Serbia 22/05/2013

Diseccionando Serbia con ojos ecuánimes

Presentación de "Anatomía serbia" de Miguel Rodríguez Andreu

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