El 11 de julio se conmemora el genocidio de Srebrenica, junto al Memorial de Potočari. Al día siguiente, a pocos kilómetros de distancia, los nacionalistas serbios conmemoran "sus víctimas". Cuando el negacionismo amenaza con borrar la historia.

Un día después del 11 de julio, las conmemoraciones anuales del genocidio de Srebrenica, los serbo-bosnios de la zona recuerdan a sus caídos.

Hasta hace un par de años, la “ceremonia” llegaba a su punto álgido con desfiles extravagantes de los nacionalistas locales y "colegas" venidos de Serbia y Montenegro. Marchando por el centro de Srebrenica, vestidos con camisetas con los rostros de los asesinos criminales Ratko Mladić y Radovan Karadžić, los feroces nacionalistas ondean las banderas negras de los chetniks y exhiben posters con la un infame texto, la amenaza: “Nož-žica-Srebrenica” (cuchillo-alambre de espino-Srebrenica). La conmemoración concluía con un festival entre ríos de cerveza, rakija (el brandy de los Balcanes), cerdos asados y encuentros deportivos.

El objetivo era humillar a los supervivientes del genocidio, dejándoles claro a las víctimas que los culpables no se arrepentían de las atrocidades cometidas y, de hecho, se consideraban dueños de la tierra donde hicieron la limpieza étnica.

En los últimos años el programa de la celebración ha cambiado. Hoy se realiza en el cementerio militar, construido en la ciudad de Bratunac - a sólo 11 kilómetros del Centro Memorial de Potočari - donde están sepultadas las víctimas del genocidio.

Las autoridades serbo-bosnias aseguran que, en el cementerio militar de Bratunac, están sepultados más de 3.500 serbios, "víctimas de los terrroristas musulmanes. Si hubiera que hablar de genocidio, éste sería el lugar para ello”, dijo el presidente de la República Srpska, Milorad Dodik, hace unos años, durante la conmemoración.

Negar el genocidio

En esta ceremonia es cuestionable casi todo: el número de víctimas, la fecha de la conmemoración, el lugar, los mensajes enviados por los que se reúnen.

La "reconstrucción" en Bratunac, es parte de una larga campaña lanzada por los nacionalistas serbios que pretende negar el genocidio y minimizar sus crímenes, justificándolos por las presuntas víctimas serbias. Así, reescriben la historia, distorsionan los hechos, tratan de presentar a los defensores de Srebrenica como agresores, manipulando a la opinión pública.

El núcleo de los intentos de negar el genocidio es el argumento de que la ofensiva serbia fue provocada por los ataques de musulmanes bosnios de Srebrenica contra los serbios pueblos vecinos.

Estas conclusiones acerca de los acontecimientos que precedieron al genocidio de Srebrenica no se sostienen. Son intentos de presentar a los asediados y víctimas como agresores. Srebrenica fue sitiada durante tres años y medio y bombardeada por las aldeas serbias fuertemente militarizadas cercanas. Durante el asedio, los habitantes de la ciudad vivían en condiciones inhumanas, expuestos a bombardeos diarios y disparos de francotiradores chetniks. El ex embajador ante las Naciones Unidas, Diego Arria, que encabezó la delegación del Consejo de Seguridad de la ONU en Srebrenica -en abril de 1993- describió la situación como "un proceso de lento movimiento genocida."

En el informe de Naciones Unidas sobre la conducta de los musulmanes en Srebrenica en esa época, se afirma que "desde un punto de vista militar, los ataques no tenían relevancia y se llevaron a cabo por personas en busca de alimentos", dado que las fuerzas serbias impidieron todo acceso a los convoyes humanitarios lo que llevó a la población a un estado de hambre y frío". Incluso las fuentes serbias que participaron en la elaboración del documento, confirmaron que" las operaciones (de los musulmanes) no representaban ninguna amenaza. "Además, la "defensa por necesidad", como en el caso de Srebrenica, se reconoce como un principio establecido en el derecho internacional.

Cada vez son más las víctimas serbias

Con el paso del tiempo, el número de presuntas víctimas serbias alrededor de Srebrenica ha crecido. Hasta hace algunos años, la Comisión de la República Srpska (RS) por crímenes de guerra, afirmó que 995 serbios habían sido asesinados en la región de Srebrenica, Bratunac-Skelani. Luego, cambiaron de parecer, y durante un par de años, la cifra cambió hasta los 1400. Hoy sería de 3.500.

Los cambios en las cifras, no son porque -como en el caso de Srebrenica- se descubran nuevas fosas comunes con los restos de los fusilados, sino porque los manipuladores agregan a las víctimas nombres de los serbios muertos en otros puntos de Bosnia y no necesariamente durante la última guerra.

El Centro de Investigación y Documentación (Centro de Investigación y Documentación, RDC) en Sarajevo, en el que trabajan conjuntamente investigadores bosnios, serbios y croatas, investigó las presuntas víctimas serbias en Srebrenica y sus alrededores. Después de comprobar los datos de acuerdo con los certificados de defunción y después de contar las tumbas, el RDC concluye que el número de civiles serbios que perdieron la vida desde 1992 hasta 1995, fue de 843. No se refiere a una sola ciudad o un solo lugar, sino a toda la región del Drina Central. Por otra parte, las víctimas no serbias fueron ejecutadas en un día o en una semana -como los de Srebrenica- pero murieron durante los cuatro años de guerra.

Todos los datos publicados por el RDC fueron examinados y confirmados por los expertos del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). A continuación, la Oficina del Fiscal de La Haya reconoció que la supuesta cifra de más de 3.500 serbios muertos alrededor de Srebrenica, "no refleja la realidad."

No es suficiente. "Los soldados y policías que perdieron la vida en un conflicto armado no pueden ser equivalentes a las víctimas de crímenes de guerra, como, por ejemplo, ejecuciones en masa", señaló la Oficina del Fiscal en La Haya.

Un ejemplo

Tal vez el ejemplo más claro de la mistificación es Kravica, pueblo serbio cerca de Bratunac, atacado por el ejército bosnio la mañana de la Navidad ortodoxa, 7 de enero de 1993. Las acusaciones de que el ataque provocó "cientos de víctimas civiles" han demostrado ser falsas. La documentación original del Ejército de la República Srpska (VRS), muestra que en ese momento hubo 35 soldados muertos, 36 heridos y 11 víctimas civiles.

La RDC también reveló que, en muchos casos, entre los enterrados en el cementerio militar de Bratunac, hay serbios que murieron en Bosnia en otros lugares, y que sólo más tarde se presentaron como víctimas asesinadas por los defensores de Srebrenica.

Después de los Acuerdos de Dayton Acuerdos, los alrededores de Sarajevo, controlada por el ejército serbo-bosnio, tuvo que reintegrarse a la ciudad. En 1995, los dirigentes de la República Srpska invitaron a los serbios locales a abandonar Sarajevo y llevar consigo los restos de sus muertos. La gran mayoría de los serbios de Bosnia siguieron las instrucciones. Los restos de sus muertos fueron enterrados en el cementerio militar de Bratunac, pero "fueron archivados" como si hubieran sido asesinados por el ejército bosnio en Kravice u otros pueblos adyacentes.

"Casualmente, la primera de la lista de los serbios asesinados aquí, en el municipio de Bratunac, es mi tía, que murió -pero no fue asesinada- en Hadzici (un suburbio de Sarajevo)", dice el presidente de la ONG de los refugiados de Sarajevo, "Ulises", Cedomir Glavas.

"Los números son un material excelente para la manipulación. Un centenar de muertos, para ellos, no son nada. Sólo cuentan las cifras de tres ceros, eso es lo que piensan los políticos ", señala Glavas.

También cierto número de extranjeros (paramilitares de Serbia, Montenegro y Croacia) que lucharon contra los serbios de Bosnia en torno a Srebrenica, fueron enterrados en el cementerio militar de Bratunac. Entre ellas se encuentran Vesna Krdzalic, Dragica Mastikosa, Aleksandar Grahovac y Sreto Suzić. Dos mujeres, Vesna Krdzalic y Dragica Mastikosa, según el testimonio de los supervivientes, participaron en palizas, torturas y asesinatos de civiles bosnios en la localidad de Glogova y en el campo de la tortura "Vuk Karadzic". Ambas perecieron en la batalla durante el ataque contra el pueblo bosnio de Sandići, el 29 de mayo de 1992. Hoy en el cementerio de Bratunac, se cuentan entre las "víctimas del terror islámico".

Incluso algunos civiles serbios-bosnios murieron después de la ofensiva del Ejército serbo-bosnio en un pueblo étnicamente mixto situado cerca de Srebrenica, haciéndose pasar como víctimas de los musulmanes de Srebrenica: el 6 de mayo de 1992, las fuerzas serbo-bosnias atacaron con artillería pesada y morteros la aldea de Bljeceva, de mayoría musulmana, aunque también vivían serbios allí. Los morteros alcanzaron varias casas en la aldea, matando a 16 personas. Entre ellos, dos ancianos serbios civiles, Kosana Zekic y Gojko Jovanovic. Hoy en día, también se encuentran entre las "víctimas de los terroristas musulmanes."

La paradoja Bratunac

Bratunac no fue escogida por casualidad como cementerio militar serbio. A sólo 11 kilómetros de distancia está el Centro Conmemorativo de Potocari, donde están enterradas las víctimas del genocidio que, según la lógica de los políticos e historiadores serbios, debe ser impugnado.

También otra de las razones para la elección del lugar muestra un cierto cinismo. Antes de la guerra, la mayoría de la población de Bratunac era bosnio-musulmana. Al comienzo del conflicto, el ejército serbo-bosnio, junto con las fuerzas paramilitares serbias del pueblo y el Ejército yugoslavo (JNA), hizo una profunda limpieza étnica. Toda la población musulmana de Bratunac, más de veinte mil personas, fue expulsada. Los hombres musulmanes fueron detenidos en el campo de fútbol, ​​separados de las mujeres y los niños. Después, muchos terminaron torturados, maltratados y transportados a campos de concentración y al menos 612 personas murieron asesinadas.

La limpieza étnica fue tan exitosa que el entonces ministro de Radovan Karadzic, Velibor Ostojić, anunció triunfalista: "Ahora podemos pintar Bratunac de azul". El mismo cementerio militar en Bratunac se construyó sobre tierras expropiadas ilegalmente a un bosnio musulmán que, antes de la guerra, vivía justo en Bratunac. Por todo lo sucedido a los bosnio-musulmanes de Bratunac, el ex presidente de los serbios-bosnios, Radovan Karadzic, ha sido acusado de genocidio.

La fecha de la conmemoración de las presuntas víctimas serbias en Bosnia oriental carece de relación con los hechos y la historia. El caso de la aldea de Kravice, la más citada por los políticos serbios como una justificación del genocidio de Srebrenica, sucedió el 7 de enero de 1993, seis meses antes del 12 de julio, fecha en que los serbios de Bosnia han elegido para conmemorar a sus muertos.

Los políticos y los historiadores serbios saben muy bien la verdad sobre Srebrenica y sobre lo que precedió al genocidio. Pero ellos saben que una mentira repetida cien veces, es finalmente aceptada como verdad. Para eso juegan de manera trágica con las cifras.

Fuente: Osservatorio Balcani e Caucaso. (© Todos los derechos reservados, traducido del original italiano)

Os dejamos con un video de los paisajes después de la batalla

Enlaces de interés:

Unsung Heroes of Srebrenica

Memorial service held for Serb soldiers and civilians