Si el viernes los manifestantes declaraban el Día Nacional del Control Cívico del Parlamento, hoy cuando se cumplan treinta días del inicio de las protestas los búlgaros quieren ir un paso más allá extendiendo a doce ciudades de todo el mundo (Nueva York, París, Amsterdam, Oslo, Viena, Zurich, Sidney, Berlín, Londres, Bruselas...) sus reivindicaciones con la convocatoria de #ДАНСwithme Global, jugando con el nombre de los servicios secretos del país, en alusión al escándalo que suscitó el nombramiento de Delyan Peevski como responsable de la Agencia Estatal para la Seguridad Nacional (DANS). Un evento en solidaridad con sus compatriotas búlgaros al que también se ha convocado a los residentes de este país en Madrid frente a la Embajada de Bulgaria y que en Nueva York tendrá como escenario el céntrico Times Square.
El espíritu de las manifestaciones en las calles de Sofia y otras ciudades búlgaras se ha mantenido hasta el momento dentro de los límites de la protesta pacífica, incluso lúdica, con curiosos regalos en forma de flores, el lanzamiento de cientos de farolillos de colores que iluminaron el hartazgo ciudadano -será por eso que se dice que algo "clama al cielo"-, el ofrecimiento de agua mineral embotellada a las fuerzas de seguridad para calmar los rigores del verano y de paso, ganarse su simpatía o las sentadas con portátiles para desarrollar jornadas de trabajo frente a un Parlamento que tachan de inoperante. La corrección política en las marchas ha hecho que se vean escenas curiosas como manifestantes con sus mascotas o esgrimiendo libros y pancartas con códigos QR para evitar que los numerosos niños que acompañaban en las manifestaciones a sus padres y madres leyeran mensajes malsonantes y aislando a los provocadores infiltrados que han querido reventar desde dentro las demostraciones pacíficas de la libertad de expresión de la ciudadanía.
Aunque hay quien ha querido instrumentalizar la protesta -visto el permanente bloqueo al que somete el populista GERB al Parlamento- centrándola en la dimisión del gobierno de coalición del socialista Plamen Oresharski y el Movimiento Turco para los Derechos y Libertades, DPS, que representa a la minoría turca lo cierto es que como sucedió en el caso del 15M español los manifestantes han querido tomar distancia de los diversos partidos políticos que se han acercado a ellos para fagocitarlos y así aprovechar su fuerza cívica. Las convocatorias se han ido realizando casi de manera espontánea, por el método del boca a boca y desde luego mediante las redes sociales que han compartido toda la información sobre lo que iba ocurriendo en las calles fundamentalmente de Sofía, pero también en Plovdiv, Varna o Burgas.
Muchos twitteros aseguran que si el proceso de cambio en la clase política vuelve a demostrarse fallido, si no se extirpan las prácticas de corrupción, los manejos de las oligarquías económicas y lobbismo actuales, el incumplimiento generalizado de las promesas electorales y se sustituyen por una mayor transparencia y ética, la gente volverá a tomar la calle para hacérselo saber. De hecho, ya ha sucedido, pues estas protestas siguen a las celebradas el pasado mes de febrero que obligaron al primer ministro a renunciar por cuestiones como las subidas en las tarifas eléctricas -con otras reclamaciones como trasfondo como el fin del monopolio energético de Rusia- y aquéllas remitían a las de 2012, de corte más ecologista, iniciadas por la amenaza de Parques Naturales como el de Vitosha, a las afueras de Sofía y que dio nombre al Ride4Vitosha en el que los amantes del esquí y los deportes de invierno hicieron un descenso reivindicativo contra la especulación urbanística.
Entre los eslóganes que se han podido ver los hay tan explícitos como el que asegura que no le pagan por manifestarse, "os odio gratis", o quien grita "la protesta no se vende", los que reclaman la libertad comparando la actual situación con la vivida bajo el dogal de la antigua URSS, quienes exclaman "Bulgaria es nuestra, estáis despedidos", los que se proclaman "Gente normal contra la mafia", los que rechazan la acusación de xenofobia contra los turcos de este movimiento ciudadano y los que recuerdan a sus políticos, "no sois suficientemente inteligentes para gobernarnos" y quien invita a la clase política a leer "Rebelión en la granja".
Y muchos otros incluso en formato de pancarta listos en la red para descargarlos. E imágenes en redes como Facebook que se remontan al pasado otomano para alentar a la ciudadanía a expulsar a los bashibozouks, los bandidos mercenarios que en su opinión se han instalado en los escaños del Parlamento.
Os dejamos con un video de la creativa protesta en Sofía con el leit-motiv del lienzo de Delacroix "La Libertad guiando al pueblo".
Enlaces de interés:
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