Se rumorea desde hace meses que Ljubljana está lista para pedir ayuda a Bruselas, ya en octubre de 2012 se hablaba de la quiebra. Ahora que el dominó de la crisis financiera parece ganar velocidad, haciendo caer ficha tras ficha, Ljubljana vuelve a mirarse los bolsillos para encontrarlos amargamente vacíos. ¿Cómo puede una economía que hasta hace poco era modélica por su estabilidad y fortaleza terminar en el caldero del rescate europeo?
En casi todos los casos anteriores, desde el de Irlanda al Chipre ha sido el sector financiero quien determina el colapso o casi del país y la historia podría repetirse en Eslovenia, sobre todo si tenemos en cuenta que los bancos más grandes del país ya no son capaces de resolver sus problemas por sí mismos. Problemas que ascienden a 7 mil millones de euros. De acuerdo con un informe de la Comisión Nacional para la lucha contra la corrupción, "los bancos eslovenos más importantes han ofrecido en la última década una enorme cantidad de créditos, que ahora se consideran tóxicos, lo que equivaldría a una quinta parte del PIB nacional", los 7 mil millones de euros antes mencionados. No demasiado, si nos fijamos en el dinero gastado hasta el momento por Bruselas para salvar a la banca europea (sólo a España fueron a parar 40 mil millones), pero tras lo sucedido en Nicosia por 6 míseros miles de millones es evidente que en Ljubljana no duermen a pierna suelta.
Los dos bancos más grandes del país, Nova Ljubljanska Banka (NLB) y Nova Kreditna Banka Maribor (Nkbm) han experimentado varias rebajas por parte de las agencias de calificación en los meses anteriores: el sistema financiero no convence, pero la crisis eslovena sigue sin ser parangonable a la de Chipre. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que Ljubljana necesitaría urgentemente por lo menos 3 mil millones de euros para recapitalizar sus bancos. El Gobierno esloveno, dirigido hoy por Alenka Bratusek dice que el país puede resolver sus problemas por sí mismo. Una solución muy popular es la de crear un "banco malo" que aglutien las deudas incobrables y recapitalizar los bancos antes de privatizarlos, plan que ya ha sido votado en el Parlamento.
La crisis financiera de Eslovenia se debe al hecho de que, al menos hasta 2008, se creía que Ljubljana podía ser un importante centro financiero. El sector financiero esloveno ha crecido de manera hipertrofiada después de 1991 en el intento de crear grandes grupos financieros nacionales que se financiaron mediante la hacienda pública que se ha encontrado así en manos de estos mega-grupos. En 2008, con el estallido de la crisis, estos grandes grupos nuevos se han visto incapaces de devolver el dinero a los bancos. Las acciones de los bancos, como garantía para el préstamo, se devaluaron creando un agujero en las arcas. Si a esto le sumamos la compra por parte del sector bancario público, de los activos tóxicos, se entiende el origen de la situación actual.
El contexto de incertidumbre política, marcadoa por la corrupción y la mala gestión que ha caracterizado los últimos meses, hasta la dimisión del primer ministro Janez Jansa, ha contribuido a una rápida resolución de los problemas que hoy, después de Chipre, se muestran en toda su gravedad. Ljubljana debe actuar con urgencia si quiere evitar ser el próximo país rescatado. Y ser "salvado" por Europa no es algo que le guste a nadie.
Enlaces de interés:
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