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  Actualidad   Sarajevo 06/06/2013

Hare Krishna en Sarajevo, algo completamente normal. Alma, la creyente.

Autores: Gorana Sekulic (texto), Elodie Armand y Maximillian Ulrich (imágenes y video)

Religión y nacionalidad son requisitos previos en Bosnia y Herzegovina. O eres ortodoxo y serbio, católico y croata o musulmán y bosnio. ¿Pero qué sucede si usted pertenece al resto? No hay más de 300 hare krishnas en Bosnia y Herzegovina. Alma Bartula es uno de ellos.

Cuando nos recibe en la puerta de una pequeña casa pintada de color crema en las colinas de Sarajevo, inmediatamente se percibe que algo es diferente en ella. Frente a ti se encuentra una mujer vestida con sari. Su color azul intenso, los ornamentos rojos y los delicados bordados, indican que estás frente a un sari indio. Pero ¿qué pasa con las mujeres que lo llevan? La confusión se desata de nuevo cuando ella comienza a hablar bosnio con fluidez.

Siguiendo esa lógica, el Papa sería también croata.

"Las tres religiones dominantes aquí en Bosnia, el islam, el catolicismo y la ortodoxa, no me llenaban. Cuando me preguntaba, ¿Quién soy?, su respuesta era demasiado estrecha". Alma Bartula comienza a contarnos su historia. Se unió al movimiento Hare Krishna poco después de la guerra en Bosnia y Herzegovina, cuando tenía 19 años. En aquel entonces no podía comprender todo el horror que la rodeaba. El golpe fue aún mayor al darse cuenta de que después de años de estar unidos como yugoslavos ahora eran croatas, serbios y bosnios. "¿Cómo voy a tomar partido cuando tengo amigos de todas partes, incluso no sabía lo que mis amigos eran en función de su nacionalidad, no eran más que un buen amigo, un gran amigo, un amigo sincero, que era mi definición de amigo y de repente tengo que pensar si alguien es serbio, croata o musulmán, no puedo cambiar mi forma de pensar".

Nos explica que Hare Krishna le ofreció consuelo y una explicación a sus dudas: "Somos seres espirituales, nuestra identidad física no es importante". Las cuestiones de nacionalidad también le divierten. "Si tengo que firmar algún papel, digo que soy de Bosnia, porque nací en Bosnia y Herzegovina. Para mí es ridículo decir que alguien es croata sólo porque es católico romano, si seguimos esa lógica el Papa también sería croata y Vladimir Putin, serbio".

¿Se enfrenta a la discriminación?

Detiene su relato para ofrecernos un delicioso pastel vegetariano. Hare Krishna tiene reglas estrictas: el creyente no debe fumar, beber o tomar drogas, y sólo se les permite ingerir comida vegetariana. Ser vegetariano en Bosnia, piensas, debe ser difícil. "Si pude hacerlo en los años noventa durante la guerra, seguro que todo el mundo puede hacerlo ahora, en 2012, cuando incluso los restaurantes normales sirven comidas vegetarianas". Alma está convencida.

¿Es éste el único desafío al que se enfrenta, siendo una minoría tan inusual en Bosnia y Herzegovina? Esta esposa y madre de dos hijos no lo ve así. "No hay que ser Hare Krishna para enfrentarse a retos, pueden cuestionarte por escuchar música clásica, porque hoy en día todo el mundo escucha hip hop". Su vida matrimonial y sus hijos adolescentes son su máxima prioridad. "Incluso siendo una minoría, cuando se tiene una familia fuerte en casa que te quiere, que te cuida, te aconseja y te dedica su tiempo, superas cualquier cosa en la vida. Por eso la familia es tan importante".

Hemos tenido suerte hasta ahora

Cuando se convirtió al Hare Krishna, tuvo el apoyo de su familia. Su padre lo aceptó, y su madre y su hermano se convirtieron también a la fe. Criar a sus hijos como Hare Krishna no ha sido un problema hasta ahora. "Hemos tenido suerte hasta el momento, no ha habido muchos comentarios negativos, porque siempre hemos sido muy abiertos y ellos asumieron lo que eran desde el primer día en la escuela. Todo el mundo sabe que mis hijos son Hare Krishna y vegetarianos, se peinan como hare krishna y les hemos explicado lo que eso significa. Mis hijos son aceptados como los demás".

Entre su pasado y su presente existe un vínculo firme. Alma mantiene la curiosidad de esa chica de los años 90 que pasaba largas horas leyendo en la biblioteca en lugar de salir e ir de fiesta en fiesta. Daría la impresión de que maduró para convertirse en la persona tolerante que es. Y es esta parte de ella la que brilla a través de ella en cada gesto, palabra y acto. La manera de hacer frente a las cosas de Alma es al fin y al cabo, la manera de los Hare Krishna.

Fuente: Artículo traducido del original cedido por Face the Balkans (© Todos los derechos reservados)
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