Si usted ha visitado los Balcanes le habrá chocado en su momento ver
cómo cualquier rincón de la ciudad es bueno para colgar el aviso
necrológico de la defunción de algún vecino. Zdravko
Cimbaljević no ha fallecido, pero los representantes del
Montenegro más oscurantista han querido ubicar carteles con su imagen y
el texto alusivo, quizá para advertir de lo que hoy se preparaba en las
calles de Budva. Su reacción no escatimaba la ironía al asegurar que "la
ignorancia de alguna gente iba más allá de lo esperado". No es de
extrañar, hace ya tres años que Zdravko
Cimbaljević salía literalmente a empujones del armario
montenegrino tras sufrir una agresión homófoba, pero hoy desde su cuenta
de Facebook mostraba su decepción, entendemos que alentando irónicamente
a sus amigos a "marcharse al extranjero", tras declarar a la prensa que
"esperaba oposición, pero éste ataque muestra la verdadera imagen de
Montenegro". Una imagen que en absoluto encaja con el respeto a las
libertades que se presupone a un candidato a la adhesión a la UE,
situación que ha impelido al gobierno a mostrarse más activo en la
colaboración de los colectivos homosexuales, tras el fallido intento de
celebrar otras marchas semejantes hace unos años para dar visibilidad a
una comunidad obligada al silencio, frente a una mayoría de la población
que considera abiertamente como enfermos a las personas de una
orientación sexual distinta a la heterosexual, un 75% y que se muestra
partidaria de mantenerla en la intimidad hasta en un 80% de los
encuestados por Ipsos.
Ya ayer se advertía desde el sitio web del montenegrino Fórum
LGTB Progress de las dificultades que se estaban encontrando en la
logística de la que hoy ha sido el primer desfile del Orgullo gay en la
pequeña localidad costera de Budva en el país balcánico. No sólo los
transportistas se habían mostrado reacios a participar por creencias
personales o por miedo a sufrir los ataques vandálicos, sino que desde
la plataforma se denunciaban las reacciones de "ciertas estructuras
políticas, entre los que hay concejales y representantes del bloque
democrático, injustas y de mala fe, y no contribuyen a la inclusión
social para incitar a la violencia y la promoción de la sociedad con los
ciudadanos o de otros de nivel inferior". De hecho ni siquiera estaba
garantizada la protección policial necesaria para este tipo de eventos y
hasta el último momento se mantuvo en secreto la lista de los oradores
que participarían -el mismo ministro de Derechos Humanos, Suad
Numanović, no llegó a confirmar su presencia, si bien avanzó la
asistencia de un representante del gobierno en apoyo del acto
reivindicativo y ha declarado que "el orgullo de Budva será indicativo
de los cambios globales en la sociedad montenegrina hacia Europa"-. Hoy
mismo la página del Gobierno de Montenegro confirmaba que el secretario
del Consejo de Anti-Discriminación y asesor del primer ministro para los
Derechos Humanos y la Protección contra la Discriminación, Jovan
Kojičić, asistiría en nombre del primer ministro. Pese a lo que pudiera
entenderse como tibieza en el respaldo los organizadores no se han
arredrado ante el desafío.
La realidad que se han encontrado seguramente ha superado negativamente todas las previsiones. Piedras, huevos, botellas, escupitajos ha sido todo el recibimiento con que se han encontrado los asistentes a la primera convocatoria del Orgullo gay en Montenegro. La Embajada de EEUU en el país se ha apresurado a darles ánimos y a mostrar su apoyo a los colectivos homosexuales, condenando a su vez los actos de violencia y el lenguaje de incitación al odio que se han producido, por lo que ha instado al gobierno a "adoptar las medidas necesarias contra los responsables de esas acciones". Por su parte, el responsable de la Misión de la OSCE en el país, Ljubomir Kopaj ha condenado las agresiones que han perturbado un evento pacífico y ha añadido que estas acciones "representan una amenaza a la libertad de expresión y al derecho de reunión, bases de cualquier sociedad democrática".
Entre los eslóganes coreados por las docenas de reaccionarios -entre los que podría haber aficionados del Partizan- se han podido escuchar lemas como "Mata a los gays" o "Montenegro sólo para los sanos” -teniendo en cuenta que la Iglesia ortodoxa serbia ha calificado el evento de "desfile de la vergüenza"-, mientras los integrantes de la comunidad LGTB continuaban su marcha junto a la playa coreando frases como "Me gustas", "Igualdad de derechos para todos" o "Éste es mi mundo". Eso hasta que han tenido que acortar el recorrido, acordonado por más de 400 efectivos policiales, por motivos de seguridad, lo que no ha impedido que se hayan registrado heridos entre los que desfilaban, ni que los propietarios de bares hayan protestado por la mala imagen que da la marcha en temporada alta, proponiendo que hubiera sido mejor postergarla hasta el otoño, algo que ha suscrito el ex jugador de fútbol y presidente de la Federación de Fútbol montenegrino, Dejan Savičević. ¡Hay gente a la que nunca le viene bien que se reivindiquen los derechos, ni el sitio elegido para hacerlo, ni encuentra motivos para ello! Al menos Podgorica tendrá la oportunidad el próximo mes de octubre de significarse de una manera más afable con los LGTB.
El Gobierno de Montenegro ha condenado la publicación de falsas esquelas y ha expresado la convicción de que Montenegro tiene la capacidad democrática para proteger los derechos humanos de todos los ciudadanos, independientemente de sus diferencias, y cualquier otra característica personal. Además ha insistido en que "el respeto por la diversidad y la tolerancia, como se ha mencionado, las creencias del grupo social es un valor principal de la multiétnica y multicultural sociedad montenegrina".
Os dejamos con un video sobre la tensión que se ha vivido en este primer accidentado desfile del Orgullo Gay en Budva